Así lo afirmó el periodista santafesino Pepe Frutos en relación con el triunfo del socialismo en las elecciones provinciales.
El referente de FARCO (Foro Argentino de Radios Comunitarias) fue entrevistado en Punto de Partida y dejó sus consideraciones: «Tenemos gobernador. Cortando clavos. Zafamos. Miguel Lifschitz es el mal menor. Hubiera sido muy triste volver quince años en el tiempo, con un Miguel Del Sel que planteaba su pureza ante los políticos tradicionales, sabiendo que su Ministro de Economía hubiera sido Juan Carlos Mercier, funcionario de la dictadura, ministro de Reutemann y Obeid»
Finalizado el recuento de las mesas objetadas, la diferencia entre el socialismo y PRO fue de 1776 sufragios. ¿Cómo se vivió la semana de incertidumbre?: «Hubo mucho circo. Los dirigentes de más peso del PRO salieron a cuestionar y pedir que se abran todas las urnas. Lo cierto es que todos los partidos ponen sus apoderados en las escuelas, así que pocos vieron necesario abrir todas las urnas. Por eso el peronismo alineado junto a Perotti reconoció el sábado último que estaba todo bien».
Pepe Frutos también dio cuenta de la nueva conformación del congreso provincial: «La mayoria en la legislatura estará en manos del socialismo, que en la actualidad tiene el peronismo. Lichsfitz gobernará con la legislatura a su favor, salvo en el Senado que su composición será sui generis, pero en general se logran acuerdos. Lo desfavorable para el socialismo hubiera sido perder la legislatura. El Senado, por tradición de municipios y departamentos, se le hace más difícil al socialismo que al Frente Progresista. La novedad fue que Bonfatti ganó por amplio margen. De los 50 diputados, 28 serán del frente progresista».
Consultado por Lucas Molinari, el periodista de FARCO afirmó que «la boleta única cayó bien en la ciudadanía. Se le ha dicho que un sistema transparente. Lo cierto es que en la boleta sólo se ve la cara de los candidatos en puestos ejecutivos. En el caso de los cargos legislativos sólo está quién la encabeza, pero no los nombres de todos. En los locales de votación se pegan las listas completas, pero convengamos que nadie se pone a ver los carteles con el nombre de todos los candidatos, y tampoco se los ha difundido mucho. Algo que con la boleta tradicional lo tenés garantizado».
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