Se lo preguntó el periodista José Cornejo en diálogo con Punto de Partida: «No soy un especialista, pero estoy rotundamente en contra del voto electrónico. La primera elección de George Bush hijo se definió en Miami, donde gobernaba su hermano, y todos los comprobantes de las boletas eran confusos. El mismo problema que en las elecciones fiscalizadas por personas. Yo me pregunto: ¿Quien controla el soft? Por otra parte, una elección electrónica debilita las estructuras partidarias porque no es necesario presentar fiscales. Eso es gravísimo porque busca romper el poder de la clase política».
En relación con la elección realizada en Salta – voto electrónico incluido – el periodista de la Agencia Paco Urondo analizó: «Se dieron los números que muchos analizábamos. Fue un claro ejemplo post PASO: el perdedor pierde votos que los arrastra el ganador. Romero, que maneja los medios locales, sobre todo El Tribuno – ordenador de todos los medios – iba a denunciar fraude, confirmando la paliza histórica que lo sometió Urtubey, destinando a Romero al regreso al mundo de los negocios ya que es muy difícil que vuelva a la gobernación».
Consultado por Lucas Molinari sobre las candidaturas que se bajaron dentro del FPV luego del baño de humildad reclamado por la Presidenta de la República, Joe Cornejo puntualizó: «Pienso que más que un baño de humildad hubo un sinceramiento. Falta un mes para las candidaturas fijas, y si no hay una fórmula mínimamente competitiva es difícil armar una fórmula de ocho millones de votos que permitan ganar en primera vuelta. Piensen que si es difícil armar para Randazzo, mucho más lo es para Taiana. Lo mismo para Urribari, Rossi y otros candidatos. Yo creo que el sciolismo no mostró mucho. Las encuestas propias no le dan más que el 30% en su propio distrito. Pensemos que en 1999, Eduardo Duhalde perdió casi con el 40% de los votos en la provincia. La verdad, todo es muy incierto. Salvo que se modifique el escenario, Scioli llega con un poco más de aire que Randazzo, pero el sciolismo está nervioso»
Finalmente, la candidatura de Leandro Santoro generó polémicas dentro de la militancia. Cornejo tuvo una mirada introspectiva: «Me sentí frustrado por su candidatura, pero pensándolo mejor fue un enojo con uno mismo. Las fuerzas del campo popular deberían hacer una comprensión masiva. Que Santoro esté ahí es parte de nuestra incapacidad. Porque Santoro no tiene más votos que Pablo Ferreira o Taiana, pero está ahí porque no se mostró electoralmente, y posiblemente, fue más ordenado. Muchas fuerzas compañeras están descubriendo un electoralismo tardío, como Quebracho. Hemos ido desesperadamente a disputar elecciones y hemos liberado un casillerito para otras fuerzas. Por quemar naves con fuerzas minúsculas nos hemos boicoteado».
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