Así lo expresó Ricardo Rouvier en Buscando al General Duval.
El sociólogo – titular de la consultora Ricardo Rouvier & Asociados – brindó su parecer sobre el escenario electoral: «Estoy viendo un escenario donde se plasma lo acumulado en términos de producción política. En ese sentido hubo un proceso que comenzó en 2003 y termina este año, y esta etapa plantea una visión a largo plazo. No es una etapa política pensada para finalizar el mandato. Es una propuesta que está encima de mandatos y se proyecta a futuro, frente a lo cual se ordenan las fuerzas de oposición que no quieren esa vigencia del kirchnerismo y hacen toda la fuerza necesaria para que eso no ocurra».
Añadió que «las elecciones son un momento en el cual se miden esas fuerzas. Las de continuidad y de cambio. Ambas se expresan en una elección presidencial en la cual también se votan gobernadores y legisladores».
Consultado por Javier Astorga, Rouvier expresó cuales son – según su mirada – los puntos de conflicto que encara el Kirchnerismo hacia dentro de su fuerza: «La presidenta es co-fundadora del kirchnerismo y es un punto de tensión. Otro candidato supone una diferencia, una distorsión. Esa pérdida está en manos de Scioli o Randazzo. Cristina tal vez sea candidata en el PARLASUR o diputada por la Provincia de Buenos Aires. Pero de todas maneras supone un manejo del poder que en caso de ser eventual presidente Scioli o Randazzo tendría una jefa coexistiendo – no bajo el mismo techo – pero si compartiendo poder».
Ricardo Rouvier expresó su visión política sobre la dualidad peronismo-kirchnerismo: «El kirchnerismo es la conducción político ideológica del peronismo. No es idéntico al peronismo ni nunca lo fue. Es una expresión que toma las fuentes. Hay sectores no peronistas pero bebe de las mismas fuentes y se constituye en una expresión avanzada del peronismo en término de proyecto y propuestas».
Completó la idea de este modo: «La presidenta en sus discursos hace hincapié en la gestión, y la misma tiene un cariz ideológico claro que es la orientación hacia la justicia social. Por lo tanto necesita imperiosamente – como fuente vital – la expresión del pueblo. Necesita al pueblo porque al pueblo se refiere. No a la totalidad, si no a los sectores más postergados. Esa ligazón era natural desde el 17 de octubre de 1945. Pero la posmodernidad y la pérdida del sujeto histórico modificó esa referencia retórica a una conformación más allá de lo electoral».
Finalmente, se le preguntó si el kircherismo vence en las elecciones de octubre tan sólo con la organización militante: «El kirchnerismo estuvo muy volcado a la gestión de acumular poder. Nestor surge con el 22%; había más desocupados que votantes. Entonces acumuló poder con un bloque legislativo propio. Alguna de las leyes principales fueron votadas en forma transversal. Sin Cristina, la jefa estratégica, hay que pasar a otra etapa que requiere la organización política, que no es solo la superestructura, pensemos que no está el PJ y el FPV tendrá que ir a un modelo de construcción: hay que recrear el movimiento nacional. Con burguesia y empresariado nacional. Recordemos cuando Nestor Kirchner lo planteó y tampoco tenemos CGT organizada y ordenada. Necesita la clase trabajadora unificada lo más posible. El movimiento estudiantil necesita poner un pie más claro y decisivo en los centros estudiantes universitarios y secundarios. Un movimiento puramente super-estructural no organiza victorias futuras»
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