La convención radical en Gualeguaychú levantó polémicas y heridas. En Desde el Barrio entrevistaron a Eugenio Nito Artaza, senador por la provincia de Corrientes, quien dio su visión sobre el acuerdo logrado por su espacio político junto al PRO: «Tardamos años en explicar cómo lo sumamos a Domingo Cavallo, un representante de los sectores concentrados de la economía. Nos tardó años explicar la Alianza. Ojalá no nos cueste los mismos años dar cuenta de este acuerdo con la derecha».
«El ala conservadora del partido nos ganó una pulseada de números –aseveró Artaza-, pero perdieron la discusión ideológica. El acuerdo no tiene sustento en el tiempo. El partido se va a romper. Es indefectible. Algunos dirigentes elegirán caminos progresistas junto a Margarita Stolbizer o Sergio Massa. Otros irán junto al Gobierno, como propone Leopoldo Moreau. Erigiremos el camino que creamos conveniente antes de acompañar tamaño desatino. Créanme que me dio pena ver a Enrique Nosiglia o Federico Storani, vanguardia de un proceso nacional y popular junto a Raúl Alfonsín, acordando con la derecha. Un acuerdo casi unipersonal con Mauricio Macri».
Artaza expresó que Ernesto Sanz realizó «un alquiler transitorio del partido, insostenible en el tiempo«, y dio cuenta del futuro de la UCR: «Cuando el peronismo se movió hacia el liberalismo con Carlos Menem, tuvo dirigentes que pusieron límites y reencauzaron un pensamiento nacional y popular. Al radicalismo le pasará lo mismo. Hoy la cúpula responde al empresariado, pero la discusión ideológica la tiene perdida. Fíjense que luego de la convención debieron irse custodiados por la policía, con las bases en la calle reclamando no arreglar con el macrismo«.
Consultado por Carlos Aira y Carla Pelliza, el senador analizó el rol de la UCR dentro del pacto con el PRO: «Es todo un desatino. El electorado radical no acompañará esto. ¿En qué cabeza cabe que teniendo un candidato como Julio Cobos, que mide 10 o 15% de base, arreglar una alianza antes de las PASO? Después podemos hacer acuerdos con el Frente Renovador, Margarita Stolbizer, el socialismo o el mismo PRO. Pero no antes, e indignamente. Esta unión de Macri con la UCR se llama Macrismo. Han reducido al partido a una alianza de centroderecha antiperonista cuando la mayoría de las provincias son justicialistas. Esto queda reducido a una centroderecha. Mauricio Macri sin la UCR es Alsogaray joven. Si hubiéramos hecho una fuerza confluyendo al espectro opositor, ahí si hubiéramos generado una fuerza con gobernabilidad. Ahora, ¿Cuantos intendentes tiene Macri en el conurbano o en el tercer cordón? ¿Cuánto mide María Eugenia VIdal en Provincia de Buenos Aires? La mayoría de los intendentes se quieren sumar al Frente Renovador o al espacio de Stolbizer porque saben que con Macri pierden la intendencia. Es ilógico que un obrero de La Matanza vote a Macri para después perder las paritarias».
El dirigente radical también dio cuenta de su acercamiento al Frente Renovador y el rol de Elisa Carrió en el armado de este nuevo mapa electoral: «Nosotros hicimos una estrategia para equilibrar este acuerdo que nos llevó de las manos a Mauricio Macri. Incluir a parte del peronismo para ganar provincias como Buenos Aires, Tucumán, Jujuy o equilibrar fuerzas en la Ciudad de Buenos Aires. Creo que el rol del estado que propone Massa no es igual al de Macri. Massa hizo una gran modificación con las AFJP, Macri propone reprivatizar las AFJP. Reitero, teníamos un candidato que medía 15% y ahora pasamos a tener uno que apenas mide el 1%. Denuncio publicamente: hay un círculo de empresarios que desean que la UCR sea estructura de un proyecto neoliberal. Nosotros lo advertimos como bloque y lo discutimos en la convención nacional. La prueba está en el desaire de Elisa Carrió a Pino Solanas apenas habló mal de Mauricio Macri. Ella dice que Macri es corrupto y es garantía de los negocios de su primo Calcaterra y su amigo Caputo. Pero ella es garantía moral a nivel nacional. Da para hacer chistes…».
Finalmente, Nito Artaza brindó su mirada sobre el futuro electoral: «Yo le digo a Federico Storani que ayudó al Frente para la Victoria. Al atomizarse la oposición se benefició el Frente para la Victoria. El gobierno debe estar aplaudiendo para que el segundo sea Mauricio Macri. Ahora, si el segundo fuera una fuerza representada por el radicalismo y un Frente Renovador que contenga al justicialismo, el voto anti-k estaría ahí. Quienes trabajan para el gobierno deben estar celebrando. Es inaudito armar dentro del radicalismo una fuerza de centroderecha que excluya al peronismo. No podemos hablar de republicanismo y ser el partido republicano norteamericano. El partido ya peleó por el republicanismo en 1983 y ganamos la democracia para siempre. Hoy la historia es otra».
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